Cuando necesitas utilizar tu gato para cambiar un neumático, puede que no siempre sea bajo las condiciones ideales. Independientemente de que estés a un lado de una carretera o en la comodidad de tu propia marquesina, el proceso de levantar un vehículo que pesa miles de libras tiene un riesgo. Siguiendo unos simples procedimientos, puedes minimizar cualquier peligro para ti y tú vehículo.
Conoce a tu gato
La mayoría de los vehículos vienen equipados con un pequeño gato. Este gato será lo suficientemente funcional para un cambio de neumáticos en una emergencia en la carretera. Antes de encontrarte en una situación de emergencia, familiarízate con un gato en específico y en su funcionamiento.
Asegura el área
Cuando sea posible, asegúrate que el vehículo esté estacionado en una superficie nivelada y esté seguro. El freno de emergencia debe estar firmemente ajustado. Los vehículos con transmisión automática deben estar en “Parking”, mientras que la transmisión mecánica debe dejarse en un cambio. Si encuentras algún bloque o ladrillo, colócalos en la parte delantero y trasera de los neumáticos que no vayan a ser levantados.
Elige tu campo de batalla
Determina un lugar apropiado para colocar el gato. Un error de novato común es fijar el gato debajo de un bumper o un panel de la carrocería. Estas áreas no están diseñadas para mantener el peso de todo el vehículo, pueden romperse bajo la tensión y permitir que el vehículo se caiga. El gato debe ir colocado debajo del chasis. La mayoría de los carros están diseñados con una ubicación específica para la colocación del gato. En caso de duda, consulta el manual del propietario.
Mantenlo estable
Asegúrate de que el gato esté colocado en una superficie estable y uniforme. Si el suelo es áspero o está cubierto con grava, coloca una placa amplia y resistente debajo del gato, especialmente para los gatos pequeños que pueden tener bases estrechas.
Procede con precaución
Sube el gato lentamente. Aunque tengas prisa por arreglar el neumático, tomate tu tiempo. Ten cuidado con no tener ninguna parte de tu cuerpo debajo del carro y evita de esta manera salir herido si el vehículo te cae encima. Una vez que tengas el vehículo levantado lo suficiente para que el neumático despeje el suelo, empuja un poco el gato para verificar su estabilidad.
Baja el vehículo
Ahora que has cambiado el neumático, es momento de bajar el vehículo de la misma manera en que lo subiste: despacio y con cuidado. Una vez más, ninguna parte de tu cuerpo o de nadie debe estar debajo del vehículo. Si hay otras personas presentes o asistiendo, hazles retroceder lejos del vehículo y fuera de la carretera.
Trabajando a un ritmo uniforme y usando el sentido común, debes ser capaz de levantar un vehículo, cambiar su neumático y bajarlo de nuevo con seguridad. Ten en cuenta que estas instrucciones solo se aplican a levantar un vehículo para cambiar un neumático, no a cualquier tipo de trabajo de reparación que requiera ubicarse debajo del vehículo, para esto serán necesarias más precauciones.