Ya sea que conduzcas un Mercedes Benz, un motor o una camioneta, probablemente tengas frenos de disco en tu vehículo. Y aunque nunca pienses en su función, los discos de frenos son una de las piezas más importantes en tu vehículo. Aunque hay varios tipos de frenos: el tambor y el disco, estos últimos son comúnmente más utilizados. Debido a su capacidad de frenado y manejo en condiciones húmedas, los discos son muchos mejores que los tambores.
¿Qué son los discos de frenos?
En pocas palabras, los frenos de discos consisten en dos bandas que agarran un disco giratorio. El disco o rotor, se conecta a las ruedas por un eje. Tú eres quien controla el poder del agarre. Cuando pisas el freno, las bandas se juntan en el disco, obligándolo a dejar de girar y hacer que el vehículo disminuya la velocidad hasta detenerse.
¿Cómo controlas los discos de frenos?
En un vehículo, controlar los discos es tan simple como presionar el pedal del freno o tirar del freno de emergencia. Para los motores, hay dos maneras de disminuir la velocidad. Puedes utilizar la palanca derecha o la trasera izquierda, funcionando mejor cuando se utilizan juntas para así mejorar la eficiencia y alargar la vida de las bandas y los discos.
¿Cómo mantener los discos de frenos?
Independientemente del tipo de vehículo que manejes, es muy probable que tengas que considerar el mantenimiento de los frenos o el reemplazo de bandas en algún momento. Es importante inspeccionar el grosor de las bandas, ya que si están muy finas pueden causar un daño a los discos.
Debes por igual inspeccionar el nivel del líquido de frenos de tu carro. Tu vehículo funcionará de manera más eficiente con la dosis correcta del líquido. Si quieres hacerlo por tu cuenta el reemplazo del líquido y las bandas de frenos puedes hacerlo y si no estás seguro pide ayuda o llévalo a tu taller o mecánico de confianza. Un simple error en una banda de freno mal instalada puede dejar daños al disco.
¿Qué tipo de daño pueden sufrir tus discos?
Hay varias formas en que tus discos pueden mostrar daños. Pueden deformarse, cicatrizarse o agrietarse. Lo mejor es detectar cualquiera de estos signos de daño y repararlos lo antes posible para limitar el daño a los cortes del disco. Desafortunadamente, una vez que se rompan los discos no son reparables. Cuando debas rectificar los discos, nuestra recomendación es que busques un especialista en esta tarea.
¿Cómo son diseñados los discos?
En estos días los diseños de los discos varían mucho. Algunos están fabricados en acero sólido, aunque otros tengan diseños y secciones especiales que permiten que el calor acumulado escape. Estos nuevos diseños pueden ayudar a prolongar la vida de los discos, ya que reducen el calor acumulado y reducen la posibilidad de deformación. Los diseños creativos son infinitos y cada diseño tiene un efecto diferente sobre el rendimiento del sistema de frenado.